3 de febrero de 2010

Día 5: Lago Tinquilco - Valdivia.

Eran aproximadamente las 10 de la mañana cuando la lluvia nos dio una tregua y recién pudimos salir de nuestras carpas, así que era hora de tomar una decisión nos quedábamos un día mas aguantando la lluvia o aprovechábamos el momento para armar todo he irnos a nuestro próximo destino que era Valdivia. La decisión fue continuar ya que si nos quedábamos mucho no podríamos hacer con la lluvia que amenazaba con continuar.
Esa noche no pudimos dormir bien con la preocupación de que se nos pasara el agua al interior de nuestra carpa, pero por lo menos la mía se porto increíble, solo tuvimos un problema con la carpa de Fermín que al parecer tiene un falla de diseño que hace que el cubre carpa tome contacto con la carpa produciendo el efecto de condensación, en resumen se le mojo toda la carpa.
Carla en la mañana nos comentaba que durante la noche Fermín se hincaba y tocaba como loco las paredes de la carpa buscando una explicación.
La decisión estaba tomada, así que rápidamente comenzamos a guardar todo, aunque a ratos volvía a caer agua de forma muy leve.




Teníamos que apurarnos antes que volviera a llover, las nubes volvían a ponerse amenazante.




Y finalmente pudimos guardar todo, entre chubascos y claros de sol.



Foto sacada desde la cámara de Carla.



Foto sacada desde la cámara de Carla.


A penas salía el Sol comenzaba inmediatamente a secar todo, el vapor producía un hermoso efecto en el pasto del camping, pero no había mucho tiempo para detenerme a fotear.






El Samuka estaba listo, solo faltaba subirnos para partir hacia Valdivia.




Teníamos una cierta preocupación por el camino de vuelta ya que la venida había sido de respeto a causa de que el Samuka iba sobrecargado y sin olvidar el problema de la filtración de aceite que veníamos trayendo. Debíamos llegar a Valdivia, sabíamos que ahí si encontraríamos el reten de repuesto que necesitábamos.
El camino a baja velocidad no presento problema solo bastante barro, pero no acumulado. Al parecer el camino tenía bastante filtración porque no nos encontramos con charcos de grandes tamaños.
Al llegar al cruce donde debíamos doblar hacia Pucón tomamos la decisión de conocer a pesar del clima el Lago Caburgua, aunque solo un rato ya que el camino que nos esperaba era largo. Esta vez no conoceríamos los Ojos del Caburgua, si... sabíamos que es una visita obligada, pero el clima ni el tiempo nos acompañaba, quedaría para otra oportunidad.
La lluvia nos permitió conocer el Lago Caburgua, ya que en ese momento cedió, pero solo estuvimos alrededor de 15 min.




Paula no aguantaba el cansancio, no había pasado una buena noche. Aún teníamos el cuerpo resentido por el trekking del día anterior.




Y mas fotos del Lago Caburgua.






La nubes se veían cargadas, aunque ahora parece que se quería despejar. Comenzamos a dudar de nuestra decisión de habernos ido del Lago Tinquilco, sentíamos que nos había faltado disfrutar mas del lugar, pero ya estábamos rodando.




Ya camino a Pucón podíamos observar que el clima estaba cambiando bastante, al parecer hacia donde íbamos estaba mejor el clima.




Antes de llegar a Pucón encontramos un Lubricentro, debíamos rellenar nuevamente el diferencial trasero para lograr llegar sin problemas a Valdivia. Había perdido aproximadamente 1 litro de aceite.

Luego de pasar por Pucón y posteriormente Villarrica donde cargamos combustible, seguimos camino a Loncoche donde ahí volveríamos a tomar la Ruta 5 o Panamericana hasta llegar al desvío que nos llevaría a Valdivia.
Una vez en la Ruta 5 nos detuvimos en un Pronto Copec cerca de Lanco a comer algo, no habíamos almorzado nada. Pero debíamos apurarnos la noche ya nos estaba alcanzando y debíamos encontrar alguna cabaña donde alojar.




Después de comer algo continuamos nuestro viaje por la Ruta 5, como ven la noche ya se hacia presente.




Una vez en Valdivia nos dimos cuenta que no sería tan difícil encontrar una cabaña para los 4, ya que apenas  entramos a Valdivia había gente parada en las calles con letreros que decía "cabañas".
Eso si antes de hallar la cabaña final nos sucedieron bastantes anécdotas, por ejemplo una señora que se mando una de las frases del viaje, y el dialogo fue mas o menos así:

Fermín: Hola, a cuento tiene la cabaña.
Señora: a $25.000.

Fermín: ahhh... y queda por aquí cerca para que la podamos ir a ver.
Señora: pero para que la quiere ir a ver?... si quiere la toma al tiro no ma'.

Fermín: aahhh... pero nosotros necesitamos 2 camas matrimoniales.

Señora: a no!... esta tiene una cama matrimonial y 2 chicas... la palabra lo dice CABAÑA!


Después de esta última frase celebre... la palabra lo dice Cabaña, hubo un silencio incomodo donde solo Fermín atino a decir:
Fermín: aahhh... ya poh' vamos a ir a dar una vuelta y volvemos.

Luego de esta experiencia comenzamos a llamar por teléfono a las cabañas que salían el la guía de Chiletur, pero todas están llenas solo nos quedaba seguir buscando.
Llegamos otro lugar donde una señora nos invito a entrar a ver las cabañas que tenía. Fermín por ser el copiloto le tocaba ir a negociar, luego de un buen rato esperando salio con un grupo de señoras acosándolo. Cuando logro subirse al Samuka una nos decía que fuéramos a ver su Cabaña que ahí tenía camas para nosotros, pero cuando le dijimos donde quedaba ella nos indico que cerca de ahí y nos pedía que la lleváramos en el Samuka a la Cabaña para que nos la mostrara. Cuando le dijimos que no podíamos meterla dentro del Samuka porque no había espacio, nos dio la gran idea de irse arriba de las piernas de Fermín. A Carla la idea no le estaba gustando así que quedamos de seguir dando vueltas y si no encontrábamos nada la llamaríamos por teléfono.

Seguimos en nuestra búsqueda hasta que de tanto dar vuelta dimos con una calle donde habían letreros de cabaña, todo esto muy cerca del Casino de Valdivia. Fermín nuevamente fue averiguar y un caballero se lo llevo a otra calle, luego de esperar un buen rato apareció diciéndonos que le había gustado lo que vio. La Cabaña tenía una cama de 2 plazas, otra de 1 plaza 1/2, agua caliente, cocina y wifi. Todo esto en $ 25.000 (47 dólares), pero que se la habían rebajado a $21.000 (39 dólares), impecable tenía todo lo que queríamos y cerca del centro.

Comenzamos a descargar el Samuka y a ubicarnos en nuestro nuevo hogar, ya era hora de descansar en una buena cama. Después de descargar todo con Fermín nos fuimos en la búsqueda de las chelas que no podían faltar en el refrigerador, mientras Paula y Carla preparaban una buena carne al jugo.
Nos costo con Fermín dar con la chelas, pero logramos nuestro objetivo volviendo a la cabaña con nuestro abastecimiento. Al llegar ya estaba lista la cena, esto merecía una nueva foto oficial. Si ven al parecer algo se tramaba Fermín, ya verán en las próximas fotos.



Foto sacada desde la cámara de Carla.


Después de cenar nos dedicamos a chupar y chupar, y como ven Fermín termino tomándose hasta los hielos que todavía no lograban hacerse.



Foto sacada desde la cámara de Carla.



Realmente lo estábamos pasando muy bien, habíamos llegado sin problema a Valdivia y había que celébralo.



Foto sacada desde la cámara de Carla.


Ya estábamos en Valdivia y mañana nos esperaba un día bastante largo donde debíamos a primera hora buscar un mecánico que nos pudiera solucionar el problema que teníamos con el Samuka y por supuesto conocer y conocer. Nos habían dateado de que al día siguiente se iba a inaugurar la Feria Costumbrista de Niebla, y eso era una de las cosas que mas queríamos... Ferias Costumbristaaass!!!.


Para ver todas las fotos de esta jornada Haz CLICK AQUÍ.

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Saludos!

Don_Checho


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